Cuántas veces has escuchado el comentario de alguien que le cuesta bajar de peso porque su metabolismo no es el correcto y debe acelerarlo, o el clásico comentario de aquella persona que nomás no engorda por más que coma – Es por mi metabolismo – El metabolismo podría ser esa razón que odies por no bajar de peso, o también podría ser tu mejor aliado y a continación te explicamos por qué.
La definición de energía engloba actividad y fuerza, por lo que se define como la capacidad para realizar un trabajo en cualquiera de sus formas.
El cuerpo humano, requiere energía para realizar diversas funciones como: el metabolismo celular, la síntesis o producción de algunas moléculas, el mantenimiento de la temperatura corporal y el trabajo mecánico interno como la respiración, el latido del corazón o la cantidad de calor que tu cuerpo genera para digerir los alimentos que consumes, acelerando tu metabolismo durante el periodo de digestión, es decir, tu cuerpo quemará calorías al digerir las proteínas, grasas y carbohidratos que ingieras. A esto se le conoce como efecto termogénico de los alimentos.
Para cubrir dichas funciones, el organismo libera la energía química por el metabolismo de nutrimentos energéticos —hidratos de carbono, proteínas, lípidos y alcohol — obtenido de los alimentos consumidos. El total de energía que ingresa al organismo, a través de los alimentos y/o bebidas.
El gasto energético total es la cantidad de energía (calorías) que se utiliza para mantener las funciones de un organismo, está constituido por la suma de diversos factores como el efecto termogénico de los alimentos, la actividad física y el estrés. Otras variables que también determinan el gasto de energía son el género, el peso, el estado fisiológico (crecimiento, embarazo o lactancia) y la regulación de la temperatura corporal.
El balance energético se refiere al equilibrio entre la energía ingerida a través de la dieta y la energía gastada en un periodo de 24 horas.
El aumento del metabolismo ya sea por ejercicio físico, dietas bajas en calorías y/o medicamentos da como resultado la pérdida de peso que te traerá múltiples beneficios. Los estudios muestran que perdiendo al menos 5 kg de peso se disminuye el riesgo de desarrollar diabetes mellitus, en tanto que perdiendo al menos 9 kg de peso, se disminuye en un 25% la mortalidad por causas cardiovasculares y por algunos tipos de cáncer relacionados con la obesidad, dependiendo de cada persona.
Al bajar de peso también se disminuye la presión arterial en más de la mitad de los pacientes, igualmente, se disminuye la grasa en sangre conocida como triglicéridos y aumenta la concentración de colesterol bueno en la sangre. Finalmente, disminuir el índice de masa corporal, reduce en un 50% el riesgo de presentar osteoartritis (problemas de los cartílagos articulares).
Por eso, lo mejor es comenzar por tener un estilo de vida saludable, además de ayudarse con un tratamiento efectivo como Redustat®, que elimina hasta el 30% de la grasa que entra en el cuerpo con cada comida, ayudándolo a bajar hasta el doble de peso cuando se combina con una dieta sana y ejercicio.
1-Gómez-Corrales JD, Latorre-Sierra G. Evaluación del paciente obeso. Medicina & Laboratorio, Volumen 16, Números 7-8, 2010
2- Morales González José Antonio. Obesidad. Un enfoque multidisciplinario. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Instituto de Ciencias de la Salud. Área Académica de Medicina. Primera Edición, 2010